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Riba-roja recuperará una zona degradada gracias al sellado y restauración del histórico vertedero de Basseta Blanca

Las obras, con un coste de 11 millones de euros, responden a un proceso iniciado por la Generalitat y el Ayuntamiento de Riba-roja en 2016 para resolver un grave problema medioambiental.

'MEDIO AMBIENTE' 29 de marzo de 2023

La consellera de Transición Ecológica, Isaura Navarro, y el alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, han presentado hoy el Plan de sellado y restauración ambiental del antiguo vertedero de Basseta Blanca. La instalación, que recogió los residuos del área metropolitana de Valencia durante diez años, se cerró inicialmente en 1993, y se clausuró de manera definitiva en 1996.

Las obras de sellado del vertedero, con más de seis millones de toneladas de vertidos, contará con una inversión de 11 millones de euros y tiene previsto prolongarse durante los próximos 27 meses. Una vez acabado el proceso, considerado por la Generalitat como “prioritario”, se licitará el mantenimiento de la instalación.

Se trata de una importante actuación, que contempla más de 22 hectáreas de terreno en las que se van a realizar trabajos de demolición y obras previas, acondicionamiento de terrenos, regularización, evacuación de escorrentía, drenaje de lixiviados, cierre perimetral, ejecución de piezómetros, control y gestión de residuos de obra, plan de seguridad y salud, implantación de las capas de sellado previstas por Real Decreto 1481/2001, entre otros.

No fue hasta 2015 cuando la Generalitat Valenciana, dentro de sus competencias autonómicas en virtud de la Ley valenciana 10/2000 de Residuos de la Comunidad Valenciana, se responsabilizó del sellado y restauración del vertedero de Basseta Blanca, al considerarlo un grave problema medioambiental.

El alcalde de Riba-roja ha destacado su satisfacción tras el anuncio de la Generalitat del sellado y restauración del vertedero de Basseta Blanca, “desde que se cerró en 1993 y se clausuró definitivamente el vertedero en 1996, la movilización ciudadana ha sido constante y desde el Ayuntamiento se han interpuesto todos los recursos disponibles para poner fin a uno de los problemas medioambientales más importantes que ha tenido Riba-roja de Túria”.

Robert Raga ha recordado el largo período de espera que ha precedido a este momento, haciendo referencia a las numerosas negociaciones que se han tenido que llevar a cabo, ya que tras la clausura definitiva del vertedero, el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria agotó todas las vías jurídicas disponibles tanto con la propiedad del terreno - que no tenía asignada la responsabilidad de la restauración- como con el Consell Metropolità de l’Horta, que se extinguió en 1999 y cuyas transferencias pasaron en 2001 a la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos, EMTRE. Esta última entidad se hizo cargo de la gestión de los vertederos públicos existentes en la Comunidad Valenciana, pero dejaba en un ‘limbo legal’ al Vertedero de Basseta Blanca.

Así, ha agradecido “la buena sintonía que desde 2015 ha habido con el gobierno del Botànic, que ha posibilitado que se inviertan en este proyecto, del que ya se han iniciado los trabajos, casi 11 millones de euros y se abra la posibilidad de revertir una zona degradada en un futuro proyecto destinado a las energías renovables”.

La consellera de Transición Ecológica, Isaura Navarro, ha recordado que el sellado definitivo del vertedero de Basseta Blanca “culmina un capítulo importante en la historia de aquellos antiguos vertederos del siglo pasado, al cual aplicaremos las técnicas más modernas del siglo XXI, destinadas a la seguridad medioambiental de la zona. Es una prueba más de la política decidida en la gestión de residuos que estamos aplicando para resolver la ineficiente gestión de los antiguos gobiernos”. Además, la consellera ha hecho referencia a la acción política de la Generalitat en materia de gestión de residuos que «nos ha permitido reducir del 65% en 2015 al 38% los residuos municipales que acababan en los vertederos en la Comunidad Valenciana».